En una mañana, como cada 10 de marzo, en la histórica Bajada Vieja, donde se encuentra emplazado el monumento a El Mensú, se llevó a cabo una emotiva celebración en honor al Día del Gualambao, conmemorando el natalicio de su creador, Ramón Gumercindo Cidade, más conocido como Ramón Ayala.
El evento reunió a artistas, vecinos y autoridades locales en un homenaje cargado de reconocimiento y admiración. Se recorrió la vida y obra del icónico artista, destacando su legado musical y la creación del Gualambao como expresión autóctona de la región.
Como parte del tributo, se depositó una ofrenda floral al pie del monumento a El Mensú, en señal de respeto y gratitud hacia quien fuera una de las figuras más representativas de la música litoraleña. Además, se llevaron a cabo representaciones artísticas, donde resonaron las melodías inmortales de Ayala. El Ballet Folclórico Municipal también brindó una destacada performance, interpretando con danzas tradicionales la esencia de sus ritmos.
Joselo Schuap, ministro de Cultura, tomó la palabra para subrayar que "recordamos a alguien que construyó desde la poesía todo un mundo. Fuimos contemporáneos de una persona enorme que escribió el himno de Posadas y que nos abrió el camino con sus metáforas, como quien despeja un trillo en el monte con su machete para que otros puedan pasar". Asimismo, manifestó que su influencia trasciende la música; no solo le cantó al paisaje misionero, sino también a su gente, a sus luchas y esperanzas. Con una sola frase, ‘Pena en el yerbal’, nos sigue doliendo el alma lo que atraviesan los productores y tareferos.
La jornada reafirmó la importancia de mantener viva la herencia cultural que Ramón Ayala dejó a Misiones y al mundo. Su música sigue siendo un
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