Con la camiseta transpirada -literalmente- y los ecos de chamamés, chacareras, gualambaos, polcas y guaranias aún resonando en la ciudad, terminó esta madrugada la Noche de Bares y Restaurantes, tratando de sentar un precedente que se pueda replicar en otros momentos y en otras localidades.
Anoche, vísperas del Día de la Tradición, la delegación serenatera convocada por la Secretaría de Estado de Cultura dio cerca de treinta mini shows encendiendo la mecha de la tradición y el folklore misionero en la ciudad de Posadas. El raid, que tuvo dos combis, uno con delegación tradicional y otro norteña, inició la jornada en el Hospital Carillo, siguió por Itaembé Guazú y pasó a saludar a Andresito por la Costanera. Y a partir de allí, hasta pasada la medianoche, se dedicó a llevar talento y emoción a los bares y restaurantes que se sumaron a esta propuesta.
Ya habrá tiempo de hacer números y evaluar la propuesta, tanto desde el punto de vista de los empresarios gastronómicos, como desde la palabra de los artistas. De parte de quienes disfrutaron de la música y la danza, el saldo fue sin dudas positivo.
“Ese es el espíritu de esta movida: tender un puente entre el trabajo de nuestros artistas y la gastronomía de la ciudad, para que nuestra gente pueda disfrutar de ambas cosas y la rueda del trabajo siga girando para todos, en vísperas de una fecha tan especial como lo es el Día de la Tradición”, resumió Joselo Schuap, secretario de Estado de Cultura, que en esta ocasión especial sacó a pasear su guitarra para retomar -por unas horas- su oficio de músico popular.
Música y danza por todos lados
Uno de los equipos serenateros estuvo integrado por Los Ché Rogá Chamamé junto al inmenso arpista iguazuense Tomás González y Schuap en guitarra y voz. “Es un honor tener con nosotros esta noche recorriendo los bares de Posadas y ofrendando su arte, a Tomás González, maestro del arpa que trabajó toda su vida en su natal Iguazú. Y que hoy, es el primer músico jubilado en calidad de tal en nuestra provincia”, manifestó el secretario de Estado de Cultura.
El breve espectáculo ofrecido a través de la serenata itinerante abarcó clásicos del cancionero regional. “Malvita” polca del músico y compositor paraguayo Herminio Giménez, magistralmente ejecutada en arpa por Tomás González; “Misionero y Guaraní” de Alcibíades Alarcón”; y “El Cumandaí” del Luis Angel Monzón (El rey del schotis), fueron algunas de las piezas elegidas, acompañadas estupendamente por la danza de los bailarines de la Escuela Superior de la Provincia.
El otro equipo contó con músicos como Ezequiel Engel, Tata Pirez, Roberto Rodríguez, Federico Acuña y Roberto Caminos y una pareja de danza de la EsDA. Allí aportaron en la logística Ernesto Lozina, subsecretario de Relaciones Públicas e Institucionales y Andy Salguero, subsecretario de Ritmos Urbanos. Esta delegación se enfocó en los ritmos norteños, con zambas, chacareras y temas como “Carpas de Salta” o “Chacarera del rancho”. “Para nosotros fue una noche mágica, muy diferente, muy festiva. En cada bar al que llegamos tuvimos mucha aceptación de la gente. Y la mayoría de los bares estaban completos”, comentó Caminos, luego de transpirar la camiseta.
“Es la primera vez que me encuentro en Argentina, y esta noche tuve el placer inolvidable de comer un delicioso pescado frente al río Paraná y escuchar esta música característica de esta región. Eso es lo fabuloso de viajar y conocer lugares”, expresó Ritso Osako (48), turista japonés que se encuentra recorriendo la provincia. Y como él, se vieron turistas de Paraguay y del interior, celebrando la propuesta.
Momentos para compartir
En su paso por Villa Cabello, la serenata de La Noche de los Bares y Restaurantes hizo pie en avenida López y Planes esquina Vivanco, donde se encuentra la parrilla y rotisería Doña Irma, un verdadero clásico del oeste posadeño que a esa hora de la noche sabatina –promediando las 21- estaba repleta de comensales. Allí los serenateros potenciaron el fuego que habían encendido allí Los Caballeros del Taraguí, protagonistas de esa posta. Antes había pasado por Petri Itaembé y SilBar en Itaembé Guazú, donde se cortó la calle con Los Menchos del Chamamé.
El recorrido de las serenatas siguió por otra de las aclamadas parrillas de la capital misionera (ubicada en otro extremo de la López y Planes), Mendieta, donde el acordeonista Santiago Raczkowski y el popular cantor Jorge Reyes, ya habían conquistado al público. “Esto es maravilloso. Unir la gastronomía con la música en vivo de artistas que nos brindan su talento y nos conectan con nuestras raíces, es algo que celebramos y disfrutamos, la gente está muy feliz”, destacó Andrés Pérez, referente de Mendieta.
Con gran presencia de turistas, los locales Itakuá, La Ruedita, Temple, El Rancho, Monte, Las Cholitas, Bocatto, Gluk y Holy, de la costanera posadeña, se sumaron a la propuesta y recibieron también, además de los espectáculos fijos, el arribo de la serenata. Alegrarte, notable cafetería y restaurante ubicado sobre avenida Roque Sáenz Peña, contó con la presentación del prestigioso percusionista “Cacho” Bernal, quien ante el desembarco de la serenata sumó su magia al elenco. También pasó la delegación por Beerlín de El Brete, donde cantaba Ezequiel Garrido. Otros puntos de la ciudad fueron la pizzeria Lo de Marce y B y R Pizzeria.
Tras un paso por La Cacerola (calle Santa Fe), la serenata arribó al tradicional barrio Villa Blosset, en cuyo centro cultural, la tocata se hizo a calle cortada e incluyendo un sentido homenaje al recordado percusionista “Ichu” Castillo y a la legendaria banda de tambores Espiral, ícono aún vigente de ese colorido vecindario. “Me emociona que suene un arpa en Villa Blosset, en mi barrio. Hacía muchísimos años que no escuchaba algo así, esto es una bendición”, celebró doña Carmen, una de las vecinas presentes.
La céntrica y emblemática parrilla La Querencia, ubicada frente a la plaza 9 de Julio, disfrutó de los sonidos arrabaleros de Santamaría Trío, y la Orquesta Típica Ricardo Ojeda. A la hora de la serenata, irrumpió la figura insoslayable de “El Mensú” Ramón Ayala, reflejada en una versión de “Posadeña linda” cantada a viva voz por toda la clientela, como broche dorado de la sobremesa.
En el centro posadeño, los locales que sintonizaron la movida fueron Kabaláh, donde estaba Fabián Meza, Don Fulgencio, con las Lirá Verá; Terre Rouge (resto del hotel Bagu) con Tinku Marka y el Bar Español.
Cerca de la medianoche, la serenata coronó la velada en la Peña Misionero y Guaraní, (calle Buenos Aires), donde un rato antes, el conjunto Chamamé Chamigo había concluido su presentación.
De este modo, llegaba a su final la primera experiencia de “La Noche de los Bares y Restaurantes”, una iniciativa que, fruto de múltiples voluntades, regó de música autóctona la noche posadeña, poniendo en valor a nuestra cultura y sus trabajadores, en una suerte de abrazo a los comercios gastronómicos locales. Y también, marcando el pulso de una dinámica que seguramente se replicará en otras localidades de la provincia.
La “Noche de bares y restaurantes” es una iniciativa de la Secretaría de Estado de Cultura, con apoyo del Municipio de Posadas, la Cámara de Comercio y Amhbra. Cuenta con el apoyo de Sancor Seguros, Crucero del Norte, Banco Macro y Lovelli Roulet.
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