En los últimos años, el Museo Provincial de Bellas Artes fue implementando mejoras en el cuidado y conservación de las obras plásticas que resguarda. Hoy puede anunciar que está poniendo en marcha un sistema de clasificación, archivo, mantenimiento y muestra abierta a la comunidad de las más de 300 piezas que alberga.
Por primera vez desde que se tiene registro, la colección privada de obras plásticas que posee el Museo Provincial de Bellas Artes Juan Yaparí cuenta con un sector especializado para su resguardo, además de un laboratorio para su conservación.
“Nos pone muy orgullosos ser parte de esto; disponer de las herramientas adecuadas para mantener estas obras y poder mostrarlas, con la debida historia y referencia que acompaña a cada una“, expresa Laura Lagable, subsecretaria de Fomento y Regiones Culturales de la Secretaría de Cultura, al frente del equipo que está trabajando en estas mejoras.
Es que, de tener una bóveda de resguardo para sus valiosas piezas, el Yaparí pasó a disponer además, de un sistema de clasificación, archivo, mantenimiento y muestra abierta a la comunidad. Esta tarea la está llevando adelante un equipo conformado por personal del museo, que se ha ido especializando en su labor con el correr de los años, liderados por Estela Garma, una especialista en restauración y museología.
Y en esa búsqueda de excelencia, a principios de año se resolvió mudar las obras del último piso al amplio entrepiso del edificio. Además de lograrse allí condiciones casi ideales de temperatura y humedad para preservar las obras del paso del tiempo, se instaló mobiliario específico para el archivo de cuadros.
En las próximas semanas se terminarán de ubicar las piezas en sus nuevos lugares y se abocarán a completar el catálogo y adecuar la información a nuevos estándares.
La misión de un museo
Lagable resaltó la importancia del trabajo que realiza el equipo del Juan Yaparí.
Dentro de la misión más evidente del museo, se cuenta dar espacio para presentar nuevos trabajos de artistas locales, y eso se hace con las exposiciones que se inauguran una vez por mes. Pero además de eso, “el museo realiza un trabajo permanente, que es más silencioso: el de la salvaguarda de un patrimonio pictórico que es de todos los misioneros. Y eso también hay que mostrarlo. Por eso celebramos contar con las herramientas para lograr estos avances y poner a disposición de la comunidad el acervo cultural que se preserva en el lugar”, explicó. En este sentido, invitó a docentes, alumnos de todos los niveles educativos de la provincia y público interesado en la temática, a conocer las instalaciones y los servicios que se brindan.
Laura Revinski, jefa del Departamento Museos de la Secretaría de Cultura de la Provincia, señaló que el objetivo principal de este 2024 es finalizar el inventario general del museo. Para lograrlo se realiza un minucioso trabajo de investigación sobre las fichas técnicas, publicadas hace dos décadas en libros que daban cuenta de las obras. Al trasladarlas de nivel, se debe adecuar la información a las nuevas ubicaciones, al estado en que se recibieron y a las tareas de mantenimiento o restauración realizadas en cada una de ellas. Todo debe estar sistematizado para que sea accesible.
Un trabajo minucioso y documentado
Otra de las integrantes del equipo del museo es Estela Garma, licenciada en Restauración y Museología. Garma es la responsable de analizar las piezas y documentar de forma detallada su estado. Además, su tarea es establecer si se debe realizar una intervención en la obra, sea para mantenimiento, sea ya restauración y definir si se encuentra en condiciones de ser expuesta y por cuanto tiempo. También establece los materiales que se deben aplicar, que tienen un costo muy elevado y se importan de los grandes centros culturales del mundo.
El análisis de las piezas incluye un informe en detalle de los materiales que la componen. La ficha técnica de cada obra contiene información sobre los marcos, las bases de tejido, madera u otro sistema rígido, el tipo de pigmento que se utilizó, los barnices protectores y los sistemas de sujeción con dimensiones y antigüedad. Para el análisis y mantenimiento de las obras se emplean lupas, microscopios, pinzas y otras herramientas especiales, pinturas, barnices y bases que tengan una composición química igual o similar a la original.
Cada espacio intervenido en la obra, por mínimo que sea, se documenta y se deja asentado en el inventario. Todo este trabajo es el que llevan adelante los museos del mundo, con el objetivo de dar fe del origen de la obra, su estado de conservación y la importancia de su resguardo. Y con estas acciones, el Yaparí se posiciona en esa misma línea.
Valiosa colección
Entre pinturas y esculturas, en el Yaparí más de 300 obras están catalogadas y disponibles para estudiantes de grado o posgrado, especialistas o público en general. Entre ellas -todas recibidas por donaciones-, se encuentran las de misioneros de nacimiento, por adopción o de personas que pasaron por la tierra colorada y dejaron plasmada su belleza en piezas únicas. La variedad de temáticas, técnicas y formatos es un orgullo de la provincia y tesoro de las nuevas generaciones.
La gran cantidad de artistas, sus técnicas, materiales y estilos hacen de la colección privada del Museo Provincial de Bellas Artes Juan Yaparí un conjunto invaluable. Uno de los grupos de obras más importante que se restauró será presentado en septiembre. Consta de 18 retratos de ex gobernadores misioneros, que estuvieron archivados durante décadas y verán la luz en el Mes de la Cultura Misionera.
En las nuevas condiciones, la comunidad podrá admirar obras de Juan Areu Crespo, Alberto Mathot, Mandové Pedrozo, Lucas Braulio Areco, Ramón Ayala, Raúl Soldi y tantos otros que tuvieron el impulso de capturar los usos y costumbres, las personas, los paisajes y la belleza de la tierra colorada. Una invitación a conocer de arte, en un ambiente propicio para la contemplación y el conocimiento.
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