Nacido el 5 de noviembre de 1938 en Rosario, César Luis Menotti, conocido cariñosamente como “El Flaco”, fue un visionario del fútbol que dejó una huella imborrable en el corazón de los aficionados argentinos y del mundo. Su legado como jugador y técnico es un testimonio de su amor y dedicación al deporte rey.
Como jugador, Menotti deslumbró en los campos de juego con su talento y habilidad. Vistió las camisetas de clubes legendarios como Rosario Central, Racing Club, Boca Juniors, y tuvo el honor de jugar al lado de Pelé en el Santos. Su carrera como futbolista fue solo el preludio de lo que estaba por venir.
En 1974, Menotti asumió el cargo de director técnico de la selección argentina, un rol que cambiaría para siempre el destino del fútbol en su país. Con su filosofía de juego ofensivo y su estilo agresivo, llevó a la albiceleste a la gloria en el Mundial de 1978, celebrado en suelo argentino. Aquel equipo, que se alzó con el primer título mundial para Argentina, fue el reflejo de su genialidad táctica y su pasión por el juego. “Nuestra victoria es un tributo al antiguo y glorioso fútbol argentino”, dijo Menotti después de la victoria.
Menotti también fue un mentor para muchos, incluido Lionel Scaloni, actual director técnico de la selección argentina. “Se nos fue un maestro”, expresó Scaloni, recordando las “charlas entrañables” que compartieron y cómo Menotti lo apoyó desde el inicio de su ciclo, incluso cuando muchos lo resistían.
El fútbol argentino llora la partida de un ícono, pero celebra la vida de un hombre que enseñó a soñar en grande. César Luis Menotti, el maestro que nos mostró que el fútbol es mucho más que un juego, es una forma de vida.
En 1979, con Maradona en el equipo, Menotti lideró a Argentina en la conquista de la Copa Mundial Sub-20, venciendo a la Unión Soviética 3-1 en la final. Su mandato terminó después del Mundial de 1982 en España, que comenzó justo antes de que Argentina se rindiera en la Guerra de las Malvinas.
Hoy 5 de mayo del 2024, el cielo del fútbol recibe a una estrella más. César Luis Menotti, tu sabiduría y tu legado vivirán por siempre en cada cancha, en cada jugada y en el corazón de cada fanático que tuvo el privilegio de verte en acción. Descansa en paz, Flaco querido, y que el balón siga rodando con la misma pasión que tú le inyectaste a este hermoso deporte.
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