El acordeonista brindó un concierto memorable en el Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez, en un festival a beneficio de las delegaciones artísticas que participarán de distintos festivales en la temporada de verano.
Tras la tormenta del día anterior en la capital misionera, el domingo por la noche las condiciones climáticas acompañaron el festival solidario en el Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez, que contó tal como se esperaba, con un cierre de lujo de la mano del inclaudicable Raúl Barboza, y que además sirvió para reunir fondos para las delegaciones artísticas que representarán a Misiones en festivales folklóricos de rango nacional.
Con los últimos rastros del sol sobre el Paraná, irrumpieron en escena las parejas de la Escuela Superior de Danzas de la Provincia de Misiones, que el 16 del corriente estarán presentes en el Festival de Cosquín. Abrieron la velada con "Sentires de mi tierra", obra que exalta desde el baile y el vestuario, los rasgos característicos de nuestra región.
El ministro de Cultura, Joselo Schuap, tomó unos segundos la palabra, para agradecer la presencia del público, reconocer el trabajo de los técnicos y trabajadores que a pesar de las dificultades climáticas transitadas horas antes, lograron un escenario impecable, con un sonido de primer nivel. Así mismo, Schuap reconoció a la titular del Parque del Conocimiento, Claudia Gauto, "por el aporte fundamental del Parque del Conocimiento para que este evento pueda realizarse", del mismo modo que se agradeció el apoyo del municipio local, junto a quien se seguirá trabajando para lograr una programación mensual en el remozado anfiteatro.
También estuvieron presentes, tanto en el estrado conduciendo el evento, como en distintos rincones del anfiteatro, atento a los detalles, miembros de la recientemente creada Asociación Misionera de Difusores del Folklore, co-organizadora del festival. Dos de ellos, Jorge Aquino y El "Negro " Viana, recordaron de manera emotiva la gran cantidad de noches históricas vividas en el ahora remozado anfiteatro, de la mano de grandes figuras del folklore nacional.
Luego llegó el turno del arpista Milán Cardozo, quien junto a su grupo (Frodo Peralta y Darío Cardozo en guitarra, Richard Cantero en bajo y Cacho Bernal en percusión) – que también integra su hijo Darío – embelesaron al público con clásicos de la galopa, el infaltable "Pájaro campana" y la participación especial de la cantante Paola Leguizamón, quien entre otras canciones, brilló con una inspirada versión de "Recuerdos de Ypacarai", dando por finalizada la aplaudida presentación del arpista de 81 años y su conjunto.
"Estamos acá por varias razones; somos de Entre Ríos, amamos el folklore, el río, y estamos de vacaciones en Posadas. Cuando nos enteramos que tocaba el maestro Barboza, no dudamos en venir. Pero no pensamos encontrarnos con un lugar tan hermoso, un escenario único. Y, además, con un fin solidario como es el de ayudar a los artistas. Disfrutamos muchísimo el festival" relató Silvia Maldonado (48), que también vibró con el primer espectáculo del año en el Manuel Antonio Ramírez.
El preludio al concierto de Barboza encontró al destacado bailarín Gustavo Escobar, presentando "Malambo Veterano", reafirmando una vez más el nivel que lo llevó a representar a la provincia en los principales escenarios del malambo nacional. Con una gran recepción por parte del público, Escobar dejó el escenario ovacionado, dejando paso, minutos después, al esperado show de Raúl Barboza.
De camisa blanca y sonrisa amplia, haciendo gala de la sencillez que lo caracteriza, Barboza ingresó al escenario pasadas las 21 Hs. junto a los músicos que lo secundan hace más de veinte años, entre ellos el querido y talentoso percusionista local "Cacho Bernal".
Fue un concierto para el recuerdo, en el cual el maestro desplegó su alquimia intacta, desplegando un repertorio ameno, que incluyó bellas interpretaciones de "Merceditas" y "La Calandria", y que tuvo su cenit con una magnífica entrega de "Tren expreso", obra en la cual el acordeonista expone la potencia singular de un estilo que lo catapultó hace décadas, al reconocimiento internacional.
Sobre el fin de la noche, Barboza dejó sentidas palabras de agradecimiento al público, y honró la memoria de un colega que ya no está: "hace 20 años estamos tocando con quienes hoy me acompañan en este escenario, veinte años respirando el mismo aire, las mismas risas, los mismos disgustos y las mismas melodías. Pero hoy quiero recordar con alegría, a un gran amigo y excelente músico que se nos fue hace diez años, el querido Horacio Castillo".
Así, ovacionado y entre aplausos de pie, se despidió Barboza del escenario, concretando un sentido reencuentro con su público misionero.
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