Mañana viernes 16 se realizará la inauguración oficial de la nueve sede de la Fundación Pequeños Gigantes, dedicada a la contención de niños nacidos prematuros y sus familias. Será a las 10 hs. en Entre Ríos 313.
A dos años de su lanzamiento, la Fundación Pequeños Gigantes prosigue en sus tareas de cuidado y atención de los niños nacidos prematuros y a sus familias. Esto implica una intensa tarea de seguimiento y acompañamiento para darle a estos niños y niñas nacidos antes de tiempo, una oportunidad gratuita y real de llevar una vida normal, pero con todos los cuidados que su condición implica.
“Recordemos siempre que un niño nacido prematuro no es un niño enfermo. Es una persona que requiere cuidados especiales a lo largo de su desarrollo, pero juegan, aprenden e interactúan como cualquier otro niño de su edad”, recalca Paula Schapovaloff, presidente de la ONG y también madre prematura. “Cada vez que un niño nace antes de término se forma una familia prematura, y allí es donde la Fundación concentra su mayor esfuerzo, en brindarle contención para que puedan llevar una vida normal con el correspondiente seguimiento terapéutico”.
Con 80 niños y niñas atendidos sólo Posadas, a los que se le suman la sede de Apóstoles (que atiende exclusivamente a niños con TEA), y convenios con los municipios de Capioví, Concepción de la Sierra, Eldorado y Montecarlo, era cuestión de tiempo para que la casita original de calle Félix Aguirre deba ser mudada a un espacio mayor. Así se llega a la nueva sede en calle Entre Ríos 313, en pleno centro capitalino donde el staff compuesto por profesionales en las áreas de psicología, psicopedagogía, estimulación temprana, pediatría, kinesiología, nutrición y educación especial, encuentra el espacio necesario para atender las demandas de las infancias.
NUEVA CASA, MÁS COLORES, MISMO AMOR
“Ahora cada uno de los profesionales puede trabajar con mayor soltura en un espacio destinado específicamente para su rol. Es muy importante que los niños no sientan que vienen al médico o a realizarse un tratamiento, ellos vienen a jugar”, afirma Paula.
De esta manera, con cada área identificada en colores diferentes, se resignifica la evolución terapéutica. El cambio de sede implicó también una renovación estética: “Quisimos renovar nuestra imagen para transmitir más fehacientemente los valores que Pequeños Gigantes brinda a la sociedad; dar un significado a las familias que requieren asesoramiento, contención y seguimiento de sus pequeños, así como reafirmar lo que significa para cada familia que pasó por nuestro centro y encontró un lugar de confianza y dedicación”, prosiguió la presidente.
Colores primarios, piezas de Lego que se encastran en la búsqueda de un futuro mejor para cada uno de estos niños y niñas que sólo se adelantaron en llegar.
UNA ARDUA LABOR:
La tarea de Pequeños Gigantes no se resume a los niños nacidos prematuros, ya que constantemente realiza operativos para detectar niños en situación de vulnerabilidad. De esta manera, un equipo conformado por psicopedagoga, nutricionista y pediatra recorre el interior de la provincia para llegar a familias que no tienen acceso a las terapias necesarias.
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