Las Guayna Porá, "Pili" del Turco y Luna Payesera animaron la noche de cierre del Corredor Cultural NEA en el Instituto Montoya. En el intermedio, trabajadores culturales independientes subieron al escenario e hicieron oír su voz a favor de la prórroga de la Ley 27.432 de Asignaciones Específicas, en nombre de "las provincias del Norte Grande".
Repitiendo el buen marco de público de la jornada inaugural, la segunda velada del Corredor Cultural del NEA en el Instituto Montoya conjugó en la noche del viernes, tres espectáculos musicales con acento bien litoraleño y, a la vez, reafirmó la proclama de Soberanía Cultural ante la amenaza que significa la inminente caída de las asignaciones específicas para industrias e instituciones culturales previstas en la ley 27432. Dicha norma, vence a fines de año y es por ello que todo el sector de la Cultura Argentina se halla en pie de lucha para sensibilizar a los legisladores nacionales que deben garantizar una solución definitiva.
Todo sucedió dentro del Encuentro de Patrimonio Integral del NEA, que este sábado llega a su fin luego de tres intensas jornadas de disertaciones y debates en la capital misionera.
Cancionero chaqueño
Las Guayna Porá, proyecto radicado en la provincia de Chaco pero con una formación que incluye a una acordeonista correntina y que cuenta con la dirección musical del guitarrista Leo Rodríguez, fue el conjunto que dio el puntapié inicial a la musiqueada.
La propuesta de Las Guayna Porá gira en torno a un exquisito rescate del cancionero chaqueño, nutrido a su vez por poéticas esenciales que recrean un viaje sonoro por las profundidades paisajísticas y los personajes de ese territorio singular. Con Noemí Maizares en acordeón, Alejandra Cabrera en contrabajo, Sabrina Taborda en voz y flauta traversa, Kitu Genez en voz, Carolina Miño en voz y el susodicho Rodríguez en guitarra y voz, el grupo interpretó en un primer segmento del concierto un repertorio dedicado a las mujeres, en coincidencia con la conmemoración del "Ni una menos". Posteriormente, sonaron canciones como "Camino sin cielo" (Mario Prieto Linares) junto a clásicos de Zitto Segovia y el rasguido doble "El Patio" (C. González), por citar algunas de las canciones que desplegó el grupo, reluciendo incluso aires de candombe y algún chamamé.
Aclamadas, Las Guayna Porá plasmaron su primera experiencia en vivo en la tierra colorada, dando inicio a un romance con el público misionero. Acto seguido, munido simplemente de su guitarra, el gran cantor formoseño Juan Ramón "Pili" del Turco, regaló una excursión por sus tierras a través de su excelente calidad vocal. Lo hizo a través de canciones significativas como "A mi tierra" de Eduardo Céspedes y otras de fuerte arraigo en su provincia.
Petitorio por la Cultura
Cuando el artista formoseño dejó el escenario entre cálidos aplausos, subieron al escenario en representación de los trabajadores culturales de la provincia, el músico Richard Cantero, el cineasta Gastón Gularte, la teatrera Mónica Amarilla, la bibliotecaria María José Bilbao y la productora audiovisual Marisa Hassan. Esta última, leyó el "Petitorio por la Cultura", un manifiesto dirigido "A las Legisladoras y Legisladores de las provincias del Norte Grande", en el que solicitan que se prorrogue la Ley 27432 hasta 2072, es decir, que se acompañe al proyecto presentado en la Cámara de Diputados de la Nación por el legislador Pablo Garro solicitando una extención del plazo de 50 años. Además, se instó al público a acompañar la consigna firmando el petitorio y compartiendo la información en las redes sociales.
Trascendida la proclama, llegó el turno del cierre musical a cargo de la banda formoseña Luna Payesera, una agrupación que nació en 2008 con una propuesta que combina chamamé, galopa, rasguido doble, polca y otros ritmos litoraleños, enriquecidos por la presencia de instrumentos como la batería, el bajo, la percusión y el ukelele, entre otros.
En su paso por Posadas, el grupo comenzó el concierto con "Tocando al frente", uno de sus últimos éxitos, para trazar un itinerario por temas extraídos de todos sus discos. Tras una tarea musical contundente, Luna Payesera cosechó la afectuosa aceptación y aprecio del público posadeño.
De este modo, volvió a brillar el Corredor Cultural del NEA, una apuesta que abre sus alas para expandir las expresiones artísticas de la región hacia los distintos públicos, que en definitiva, son uno solo, el del bien llamado Norte Grande.
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