Misiones transita Semana Santa con un turismo activo y seguro

Un escenario natural único y un sistema sanitario que, desde el inicio de la pandemia supo mantener uno de los números más bajos de contagios del país, convierten a Misiones en el destino predilecto de los viajeros.

Llegó una nueva bocanada de oxígeno para uno de los sectores más golpeados por la pandemia.

Desde el Ministerio de Turismo destacan que hasta el momento se registra un 70% de reserva de alojamiento, lo que augura un balance positivo para el sector. “Estamos muy contentos por el inicio de este fin de semana largo que es especial. Nos preparamos para brindar un servicio seguro, acompañando a propios y visitantes en esta época donde no podemos olvidarnos de las medidas preventivas. Cada municipio, cada destino y cada emprendimiento turístico fortaleció sus protocolos, ofreciendo una variedad de propuestas y un sistema sanitario seguro para su estadía”, expresó el titular de la cartera provincial, José María Arrúa.

Treinta mil kilómetros cuadrados de naturaleza sustentable, y un desarrollo sostenible, concentran todo lo que busca el que elige hacer turismo en Semana Santa, y sobre todo en estos tiempos.

Cultura, historia, religiosidad, gastronomía y hospitalidad, definen a Misiones de punta a punta. Políticas que imprimen una mirada constante sobre el turista y sus requerimientos, mantienen al destino en constante evolución, obteniendo como resultado un producto que se ajusta cada vez más, como un menú a la carta, a lo que busca el viajero.

Debido a su inigualable entorno natural, su gran acervo histórico, cultural y religioso, la Semana Santa en Misiones ofrece al visitante un flujo continuo de vivencias que, enlazando sus demandas, con las ofertas del destino, deja un alto valor experiencial como saldo, y un gran deseo de volver.

Desde sus dos puertas de entrada, por aire o por tierra, por el sur o por el norte, la tierra colorada propone escenarios que desafían lo conocido. Cataratas del Iguazú vistas desde el aire, sus mil matices de verde vegetal en combinación caprichosa con sus rojos caminos; o su inagotable fauna, cuyos sonidos anuncian al visitante que ya se encuentran en tierras misioneras, son apenas la precuela de la gran aventura que es Misiones.

Kilómetro tras kilómetro, la curva de selva va abriendo las puertas de sus pueblos, dejando salir la historia de sus primeros inmigrantes, y con ella lo más elemental de sus tradiciones, que se delatan fácilmente a través de su religiosidad y su gastronomía.

Su gran capital cultural e histórico, constituye un gran atractor turístico. La Ruta Jesuítica, cuyas reducciones, distribuidas por varios puntos de la provincia, dan testimonio del paso de los Sacerdotes Jesuitas y su misión evangelizadora a los nativos guaraníes en el siglo XVII.

La Reducción Jesuítica mejor conservada del territorio argentino se encuentra ubicada en San Ignacio Miní (a 60 km de Posadas, la capital provincial), donde se celebrará hoy, Jueves Santo, la tradicional Misa Popular de las Misiones, que por segundo año consecutivo, sin público, y será televisada por la señal de Canal 12 y la TV pública, a partir de las 19:30 horas.

Festivales de Pesankés, tours étnicos religiosos, aventuras por selva y agua, ferias artesanales y gastronómicas, van imprimiendo en el visitante vivencias y anécdotas, que quedarán grabadas en sus hojas de vida.

Muchos pueblos del interior provincial, con fuerte arraigo inmigrante, aún conservan ciertas tradiciones de sus antepasados. La visita a las 7 iglesias, la bendición de los alimentos en la misa del Sábado de Gloria, o la elaboración de comidas típicas, son un complemento natural de la Semana Santa misionera.

A pesar de ser, en superficie, una de las más pequeñas del país, esta gran masa de selva concentra, además de sus dos maravillas naturales -Cataratas del Iguazú y la Selva Misionera- un caudal de experiencias tan inagotables como heterogéneas, que hacen del destino "una película para ver dos veces".