Fiesta Nacional del Inmigrante: un paseo por nuestras raíces culturales

Del 1 al 11 de septiembre se realiza en Oberá la XXXVII Fiesta Nacional del Inmigrante. Música, danzas y platos típicos de las colectividades se apropian del tradicional Parque de las Naciones en un evento que expone el crisol de culturas que conviven en la región.

Durante once días, quienes visiten Oberá pueden ponerse en estrecho contacto con las costumbres más arraigadas de cada uno de los pueblos de nuestro extenso crisol de razas. Comidas típicas, vestimenta, danzas, artesanías, música e idiomas se conjugan en este sendero cultural para ofrecer a propios y ajenos un pedacito de su tierra.

Si pasás por la Casa de Brasil seguramente no será indiferente a tus sentidos el aroma a feijoada o el sonido de la samba y el pagode, o a lo mejor te tienta una caipiriña. Si visitás la Casa Italiana es probable que pidas las mejores pastas, o que vayas a la Casa Árabe por su tradicional Shawarma. Asimismo, sin necesidad de poner atención a su cartel distintivo, si pasás por la Casa Polaca, Rulo Grabovieski te lo hará saber a través de los alegres compases de su acordeón que invitan al baile.

Y todo esto se combina en perfecto y necesario complemento con el destacable factor humano. Las historias que se esconden dentro de cada Casa Típica son dignas de destaque en párrafo aparte.

La Casa Rusa, por ejemplo, tiene su secreto mejor guardado en la cocina: se trata de unas octogenarias manos culinarias que guardan los más finos detalles de los sabores rusos. De ojos azules y mirada atrapante, esta cocinera está allí desde hace 37 años al frente de la cocina rusa, cuidando cada detalle, especia y plato, para llevar a la mesa de los comensales lo mejor de la gastronomía de sus raíces. "Tengo cuatro hijos, dos mujeres y dos hombres. Desde chiquitos viven esta fiesta como propia, y ahora de grandes siguen mis pasos para conservar la tradición", cuenta a los presentes mientras obsequia un Imperial Ruso que propone que lo acompañen con "La perestroika": trago típico ruso, rojo, de sabor intenso como su origen.

Y de eso se trata esta experiencia, digna de vivirla en familia o con amigos, en un predio ferial cuyo abanico se abre a todos los gustos.

Un lugar reservado al arte

En la carpa de las orquídeas, se pueden observar alrededor de 400 plantines de esta maravillosa planta aérea de la que Misiones es dueña y custodia de más de 350 variedades.

Otra de las carpas que copa la atención de todos los visitantes es la de los artesanos, donde varias colectividades exponen sus trabajos.

Montada casi en el corazón del Parque de las Naciones, los representantes de varias colectividades exhiben sus productos típicos a modo de souvenirs para quien quiera llevarse un recuerdo del paseo.

Desde artesanías en cuero, relojes tallados en piedra, imanes, caleidoscopios y hasta pickles y quesos artesanales conviven en ese espacio, uno de los más concurridos durante los días de la Fiesta.

Otro stand muy visitado es el árabe. Al frente de éste podemos encontrar a un hombre joven, cuyo aspecto acusa unos aproximados cuarenta años, de rasgos muy marcados y un castellano por momentos confuso, cuenta a los visitantes que vino de Siria hace ocho años y, desde entonces, participa de cada edición de la fiesta. Regala así un ratito de su tiempo para hablar sobre "la shisha o narguile", o pipa de agua para los occidentales. "Esto es algo que los árabes usamos mucho, le ponemos esencia y agua en la base y se comparte entre amigos", resume mientras intenta con éxito vender algunas.

Estas casi cuatro décadas de trayectoria que tiene el espectáculo han permitido a sus organizadores mejorar cada uno de sus detalles para ofrecer a sus visitantes una experiencia que invite a repetirla año tras año.

Con una variada agenda que, conforme avanzan los días, va convocando público de las más variadas edades, este fin de semana va llegando a su fin otra edición más: la Nº 37. Ya con nueva soberana, con algunos shows por concretar y todavía con mucho por ofrecer, la Fiesta Nacional del Inmigrante sigue subiendo la vara año tras año para posicionarse entre los principales atractivos turísticos de la provincia y la región.