En pocos días se terminará la estatua en acero inoxidable. Tendrá quince metros de altura. Se situará en la costanera
La estatua que será un símbolo de Posadas está terminándose. El monumento de Andrés Guacurarí está adquiriendo su forma en un taller de metalurgia posadeño, bajo la dirección de Gerónimo Rodríguez, su autor. Se trabajó con 4, 5 toneladas de acero inoxidable, a partir de placas de tres metros de alto y hasta tres milímetros de ancho.
Junto a la lanza, que tendrá de alto 17, 5 metros, el peso total del monumento será de aproximadamente 6 toneladas.
Será destinada a un islote de la costanera, donde funcionó el antiguo Yacht Club. Sobre una plataforma se levantará esta figura acerada del prócer guaraní. Tiene quince metros de alto. Cuatro operarios están soldando los últimos pliegues. El último paso será lustrar la superficie. Si bien es una mole hueca, su interior será reforzado con vigas, para que se mantenga firme ante vientos fuertes.
En el taller Servicios para la Construcción está naciendo esta formidable obra. Hace un mes y medio comenzaron primero a soldar la pierna derecha y continuaron por el resto del cuerpo: el torso, los brazos, la cabeza y los puños.
Una vez concluida la escultura será trasladada en un trailer. Partirá desde el taller -ubicado en Itaembé Miní- por ruta 12. Seguirá por el Acceso Sur hasta la zona del expuerto. Allí se colocarán los últimos detalles y se inaugurará la obra.
El frente de Guacurarí dará a la costanera posadeña y su mirada apuntará hacia donde estuvo el puerto de la ciudad
Su base tendrá unos tres metros de alto para llegar al nivel equiparable del paseo costero. “Estamos a un 95 por ciento” de la culminación de la obra, contó Gerónimo.
El estilo de la escultura
Gerónimo Rodríguez ganó un concurso provincial para dar forma a la obra de Andresito, que ostenta vistosos pómulos salientes.
Es que el artista buscó reflejar las características aborígenes del héroe. Su cabeza tiene una cabellera semi larga, que simula estar en movimiento, como si estuviera ante el viento.
Según explicó Gerónimo, la estatua de Andrés Guacurarí tiene un estilo “figurativo, por el hecho de que se comprende perfectamente la forma de la figura”.
No obstante, agregó que cuenta “con una estilización tendiendo hacia el cubismo. Es semi abstracto y un poco surreal al mismo tiempo”.
El escultor destacó la expresión que ofrece el prócer aborigen, que sostiene una lanza en la mano derecha y da un paso adelante.
Así se puede apreciar en la maqueta del monumento, que también se encuentra en el taller de metalurgia, aledaño a su semejante que tendrá quince metros y que yace acostado en el interior del taller.
Gerónimo garantizó que se puede observar en la postura de la maqueta “la defensa de la libertad. Y con un puño cerrado, dando firmeza. Como diciendo ‘aquí estamos nosotros y defendemos lo nuestro’”.
“Así como las demás provincias tuvieron sus caudillos: Pancho Ramírez en Entre Ríos, Facundo Quiroga en La Rioja, Güemes en Salta. Nosotros tuvimos a nuestro caudillo que va a tener su monumento”, remarcó el escultor.
Sus esculturas por la provincia
Gerónimo Rodríguez (52) es misionero. Vive en Villa Sarita. Nació en Montecarlo y comenzó a aprender de artes plásticas en la adolescencia, con un docente de Eldorado y otro de Buenos Aires, que fue alumno del famoso Juan Carlos Castagnino. Estudió arte en el instituto Montoya, de donde egresó. Fue durante quince años escenógrafo de Canal 12, hasta que decidió alejarse de su labor en la televisión para dedicarse plenamente a obras “con un arte no tan efímero”, explicó Gerónimo. El escultor ha creado obras en distintas ciudades de la provincia, como El Matero que se encuentra en el paseo Bosseti, de Posadas. También forjó el Monumento al Músico, un acordeonista de cuatro metros de alto y que se encuentra en Candelaria. Hasta ahora, su obra más grande es el Cacique Overá, una obra de cemento que se sitúa en una de las avenidas principales de Oberá y que tiene cinco metros de alto.
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