Ernesto “Che” Guevara (1928-1967)

Ernesto Guevara de la Serna nació el 14 de junio de 1928 en Rosario provincia de Santa FE, Argentina. En 1953 se doctoro en Medicina en la Universidad de Buenos Aires. Realizo viajes por América latina y en los últimos años de la década del 50 participo en la lucha de guerrillas iniciada por Fidel Castro contra el dictador cubano Fulgencio Batista.

Cuando en 1959 Castro sube al poder tras el triunfo de las Revolución Cubana, lo designa ministro de Industria, cargo que ocupó entre 1961 y 1965. Su presencia fue decisiva en la configuración del régimen de Castro y en el acercamiento de Cuba al bloque comunista.

Escribió relatos y ensayos de la guerra revolucionaria en Cuba y un Diario de campaña en Bolivia, libros que exhiben la lucha guerrillera y en los que defendió los movimientos revolucionarios de base campesina en los países en vías de desarrollo.

Recordar al Che en sus 44º Aniversario de su asesinato, recordar al soldado americano que fue es y será y que tanta falta nos hace mas en estos momentos y en este siglo, cuando vemos que este Imperio del norte el más cruel de las historia después del Romano nos mira como un cofre de riquezas inagotables.

Colocar a Guevara en el contexto de la teoría y de la practica de la revolución latinoamericana, de las ideas y las concepciones que emergen de la revolución cubana y que se entrecruzan, en complementación y disputa con otras ideas y corrientes de tensión por los acontecimientos que en el terreno de la lucha de clases recorrían el mundo de ese entonces.

Ese lapso que va desde 1959 – la irrupción de la Revolución Cubana- hasta 1973 –el fin de la intervención militar norteamericana en Vietnam-, se desarrolló sobre un fuerte proceso de acumulación y reproducción de capitales, en un período de gran expansión de la economía capitalista mundial y de profundas transformaciones sociales, que se inició no bien concluyó la 2da Guerra Mundial. Formaron parte así de lo que algunos autores llaman la "edad de oro", "… sin precedente y tal vez anómala", que se desenvuelve entre 1945-1973.

En esta dinámica la emergencia de los movimientos de liberación nacional y de la nueva izquierda revolucionaria en el mundo, se afirmaban en un fuerte sentimiento antiimperialista que cuestionaba la hegemonía económica y militar de los EEUU, así como en una posición crítica frente al comunismo oficial de la URSS y su política de coexistencia pacífica.

Cualquiera sea el ángulo desde el cual se intente abordar la lectura hay un vértice de atracción, un hilo conductor que recorre cada uno de los momentos de su vida revolucionara –el Che y la lucha contra el reformismo, el Che y la conquista del 2 poder, el Che y la construcción del socialismo, el Che y la dinámica de la revolución mundial- y ese punto de atracción es el hombre, el hombre nuevo como hacedor de historia y artífice de las transformaciones sociales.

El tuvo la certeza de que para sus enemigos el valía más muerto que vivo. Son las leyes del juego, se dijo; y otra vez pensó en aquel viejo cuento de Jack London, aquella historia que tenia por protagonista a un hombre que se disponía a morir congelado, ese hombre sabia que nadie podía rescatarlo, únicamente le quedaba morir con dignidad.

La muerte del Che símbolo de una generación que soñó y actuó por transformar el mundo, su figura legendaria permanece hoy como acompañante político del proceso revolucionarios de América Latina, y hoy reivindicamos su figura con un busto que reposa en el Salón de Héroes Latinoamericanos en la Casa Rosada.

“Pienso que la revolución es inmortal” –dijo el Che, esa fue su sentencia definitiva. Los militares se retiraron y al rato, con un fusil en la mano, entro el Teniente Mario Terán, se lo veía indeciso, había miedo en sus ojos. El Che se puso de pie. No temas, le dijo, yo te voy a demostrar como muere un hombre y dio un paso al frente. El teniente Terán ahora con terror en los ojos, descargo su fusil. En la Higueras, a primera hora del 9 de Octubre de 1967, Ernesto Che Guevara caí muerto.

A partir de ese momento nacía la leyenda. Decía el Gral Perón: “Su muerte me desgarra el alma porque era uno de los nuestros quizás el mejor de todos un ejemplo” (fragmento carta Gral Perón ante la muerte del Che, Madrid 24 de Octubre de 1967)

No pude conocerte, pero si aprendí a quererte.